Mujer admirada

May 7, 2023Blog

Saludos Familias, durante algunos meses hemos trabajado con el ministerio de mujeres de La familia CCTR. La intención en cada reunión es fortalecer la dignidad de cada mujer y reforzar su valores espirituales y morales al mismo tiempo ayudarles a empoderarse con una visión clara y saludable de ellas mismas; la finalidad de convertirse luego en mujeres que puedan aconsejar y restaurar otras mujeres. Por esa razón en este mes de las madres, deseo compartir este tema.

Antes que la detallada letanía sobre sus labores hogareñas, el proverbio nos dice por qué su esposo la admira.

“El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias”.

¿Cuál es el primer fundamento de la relación de la mujer ejemplar y su marido? La confianza. El marido no necesita dinero mal habido, pues su esposa —como veremos más adelante— provee y coopera con los gastos. Pero, sobre todo, diríamos que su esposo puede confiar en ella, pues ella enriquecerá su vida.

Dios lo dijo desde el principio de la Creación. “No es bueno que el hombre esté solo”. Un consejero matrimonial explicaba que una mujer viuda puede salir adelante sin volverse a casar. Pero para un hombre, sobre todo joven, esto resulta más complicado. El hombre requiere de una esposa. Otro proverbio nos enseña: “Encontrar esposa es encontrar lo mejor: es recibir una muestra del favor de Dios”.

El hombre que se casa es sabio pues en una esposa halla su complemento, su ayuda idónea y una bendición de Dios. Cuando un hombre comprende lo que el matrimonio es, según los planes divinos, responderá que en su esposa ha encontrado lo mejor.

Así que lo primero que esta mujer hace, es ganarse la confianza de su marido. ¿Cómo se logra esto? Me parece más sencillo pensar de modo negativo. ¿Cómo se pierde la confianza de un ser humano? A través de la mentira, la deshonestidad y finalmente, el engaño. Una mujer que no dice la verdad, que encubre su pasado, que repite cosas que no siente, que coquetea con otros hombres y que no pretende una relación seria con su pareja actual, no es digna de confianza.

La mujer virtuosa se ha presentado a su marido tal como es. Su esposo sabe que puede contar con ella. No hay doblez, sino transparencia. Ella es quien dice ser. No hay sorpresas ni secretos. Las novelas se nutren de todo lo contrario, la mujer que tuvo un hijo con otro y lo dio en adopción, aquella que ama en su interior al mejor amigo de su esposo, una más que finge un pasado que no existió.

Los divorcios, por lo tanto, no carecen de estas historias en que los jueces y abogados se enteran de una serie de falsedades hasta el punto de que alguno de los cónyuges pregunta: ¿con quién me casé?

El esposo de la mujer ejemplar no tiene miedo. Conoce bien a su esposa y confía en ella, pues, además: “Ella le es fuente de bien, no de mal, todos los días de su vida”.

¿Se nos figura descabellado encontrar a una persona con estas características? ¿No es lo que la mujer misma desea en una pareja? ¿No sueñan con un hombre honesto que les dé satisfacciones?

Ciertamente como seres humanos fallaremos. Aún esta mujer de carácter mentirá de vez en cuando, o fingirá de vez en cuando, o tendrá algún otro defecto. Pero existe un ser perfecto al que podemos acudir en los momentos difíciles, uno que jamás nos defraudará y que tiene el poder para convertir la mujer en estas mujeres ejemplares. Su nombre es Jesús. Él es digno de confianza, y el único que puede enriquecer las vidas, dando bien, y nunca mal. ¿Le ha buscado?

Permíteme orar con Tigo, amante padre celestial, hoy te expreso mi gratitud y amor por todo el bien que me haz hecho, deseo que pongas en mi tu gracia y una unción de admiración para agradarte y como mujer disfrutar de la admiración de mi Esposo e hijos, gracias en Cristo Jesús, Amen

Ptr. Cáceres

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