Ha comenzado un nuevo año, es como si nos entregaran un Cheque en blanco, para que pongamos la cantidad deseada y con un término de doce meses para disponer de él. Solo yo podre administrar con en un término de 12 meses y disponer de sus fondos. Observe que en esos 12 meses se nos entrega, la cantidad de 325 día con un total de 24 horas cada día.

A cada uno se nos ha dado la misma cantidad de tiempo durante el día. Tenemos 24 horas cada día que Dios nos regala de forma misericordiosa; pero no por ser un regalo significa que podemos derrocharlo. “La libertad no es hacer lo que quieres, sino hacer lo correcto”, ¿recuerdas? Así que la forma en que administres ese tiempo queda bajo tu responsabilidad. 

Otra de las cualidades de un verdadero adorador es la capacidad de honrar a Dios a través de la administración de nuestros bienes, y por supuesto el tiempo es uno de ellos. Por lo tanto, si durante tu día dedicas un tiempo determinado exclusivamente a Dios, estarás mostrando con hechos tus prioridades como creyente, ya que la disposición que tengas para darle lo mejor a Dios será incuestionable. 

Quizá quieres comenzar el hábito de orar o, adorarle de una forma en particular, así que sugerirte que comiences con una hora al día probablemente sea una alta expectativa, por lo que te animo a que comiences con unos minutos, aquellos que consideres necesarios para satisfacer tu comunión con Dios y
sigue así hasta que logres pasar más tiempo con él que viendo televisión. Recuerda que dedicarle tiempo al Señor no significa que debas aislarte del mundo, sino que debes cubrirte de su Espíritu y su palabra para poder vivir en el mundo. 

Lee la historia completa en Mateo 25:20-29 y aprende algo nuevo hoy: Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste, he aquí otros cinco talentos he ganado sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor.

Oremos: Padre de la misma manera que Tú me entregas todo este tiempo, ayúdame a entregarte todo sin reservas y con ahínco convertirme en un buen administrador de tus recursos, gracias en Cristo
Jesús. Amen.
Ps. Cáceres