Arbolada de bendición, esperando en Oración.

Oct 9, 2022Blog

“Para el director del coro; para acompañamiento de flauta. Salmo de David. Escucha mis palabras, oh, SEÑOR; Considera mi lamento. Atiende a la voz de mi clamor, Rey y Dios míos, Porque es a Ti a quien oro. Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz; De mañana presentaré mi oración a Ti, Y con ansias esperaré.” (NBL) Salmos 5:1-3.


Amanece y apenas tomamos consciencia de nuestros sentidos, cuando un canto escapa de nuestra alma. Es la voz interna de nuestro espíritu alabando y adorando a nuestro Señor. ¿Te ha sucedido? ¿Despertaste con la letra de un himno, un salmo o una alabanza? Este salmo aviva nuestra fe y nuestra esperanza, pues a pesar de que a veces no somos oídos como necesitamos por quienes amamos, David ora con la esperanza de ser oído. Él cree y adora a un Dios que se complace en oír y dar respuestas. Así nos asegura que Dios siempre escuchará nuestras oraciones, dejándonos un precioso modelo de oración. Sigamos la ruta del dulce Cantor en estos primeros tres versículos.


¿A quién orar? David dice: “Atiende, Señor, a mis palabras”, en otras versiones: “Escucha oh, Jehová” palabra formada por las consonantes de Yahveh. Que significa: “Yo soy”, “Él quien será, es y fue” y las vocales de Adonay “Señor”. David está reconociendo que se dirige a aquel Ser Supremo, Eterno, Creador y Salvador que vive entre querubines, pero que a pesar de que está sentado en el trono excelso y glorioso puede y quiere escucharnos.


¿Cómo orar? “Rey y Dios míos”: David reconoce el reinado de Dios en su vida, sus palabras revelan que era un adorador. Voluntariamente él se había hecho su súbdito y puesto bajo su protección. Así que ora con una actitud de humildad reconociendo el señorío de Dios sobre su vida. ¿Es Dios el rey de tu vida? ¿Está sentado en el trono de tu corazón? También dice “considera mi gemir” ora con total transparencia, con intensidad expresa la magnitud de su aflicción, presenta a Dios todos sus lamentos, buscando asirse del todopoderoso.


¿Cuándo orar? “Por la mañana, SEÑOR, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta:” David tenía urgencia de presentar su clamor, casi no podía esperar que amaneciera; pero a la vez sugiere que orar por la mañana es un buen momento antes que nuestros pensamientos se llenen de los afanes del día. Al despertar aquieta tu corazón y dedícale los primeros minutos del día a un Dios que aguarda oír tu voz. ¿Con qué actitud orar? “…me presentaré delante de ti y esperaré”: El hebreo dice literalmente “Miraré hacia arriba” esperando una respuesta de lo alto. Orar con fe y esperanza, con gratitud, con paciencia. Esperando serenamente esa respuesta que anhelamos.


Oración: Señor guíame a venir a tí en oración con actitud de sencillez y esperanza cada día. En Cristo Jesús. Amen, Amen

Una Frase para la semana
La Honorabilidad, reconoce y establece el valor

1 Comentario

  1. pscaceres@gmail.com

    Excelente

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